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lunes, 8 de febrero de 2010

RUTA POR EL BESÒS

Lo divertido de hacer una ruta es que pase algo y es que este domingo pasado Enrique y un servidor estuvimos muy entretenidos, jejeje.
Teníamos intención de hacer el Besòs hasta Barcelona, así que pactamos un punto intermedio entre las dos casas, y ése fue Llerona. Aunque estuve a punto de "rajarme" vilmente, el viernes tuvimos cena familiar, el sábado cena con amigos y el domingo por la mañana, con 8 horas de sueño acumuladas en 2 noches, se me antojaba seguir durmiendo el resto de la mañana.
Después de debatirlo bien calentito dentro de la cama, concluí que ya no me podía echar atrás. Y para no perder la costumbre, desayuno y ducha rápida y tocó enfilar la bajada a toda pastilla hasta Llerona... qué frío!!!!!
Los dos llegamos al mismo tiempo, Enrique desprendía vapor por todas partes y yo en cambio apenas sentía tacto en las manos del frío que tenía; pero empezaba a salir el sol y tenía pinta de ser como el sábado, despejado y un solete muy majo.
En un minuto ya estábamos bajando por la ladera del río dirección Barcelona, cruzamos el mercat de Canovelles (menos mal que a esa hora todavía no había mucha gente y pudimos cruzarlo en línea recta) y a la altura de Granollers ya empezamos a tener las primeras incidencias: Seguía sin tener tacto en las manos y me dolía mucho la punta de los dedos y entre la carne y las uñas. Todo el tramo era de bajada, apenas tenía que hacer fuerza para pedalear, el sol todavía no estaba en lo alto y no se notaba calorcete y la bajada hasta el punto de partida no ayudó mucho a calentarme.
En Montmeló, antes de dejar el camino y bajar al río me detuve porque ya no aguantaba tanto dolor en las manos; probé todo lo que se me ocurrió para calentarlas pero todos los intentos fueron infructuosos hasta que se me ocurrió poner mis manos entre las axilas de Enrique. La operación empezó a tener éxito aunque la estampa daba pie a malas interpretaciones. Imagínate que vas en coche a las 8h de la mañana por una zona industrial y en un rotonda te encuentras a dos tíos con pantalones cortos, de pie y quietos y uno de ellos tiene sus manos en los sobacos del otro y los dos con cara de poker...
Por la zona de Mollet están ejecutando las obras del AVE y por ese motivo han desviado temporalmente un tramo del cauce del río, así como algunos pasos para cruzar de orilla a orilla, con lo cual nos encontramos debajo de uno de los puentes del AVE con el río a nuestros pies y sin poder ni saber pasar al otro lado.

Estuvimos inspeccionado varios tramos hasta que encontramos el más estrecho de todos, que además era el que menos caudal llevaba y empezamos a estudiar opciones para pasar, en bici era complicado porque la sección hacia forma de U con lo que adiós a la carrerrilla y tocar orilla contraria sin detenerse y después de estudiar alguna otra opción nos quitamos las zapatillas y calcetines y nos dispusimos a cruzar a pie. JAJAJA, Enrique no sufría por la baja temperatura del agua, ni por el dolor que pudieran acarrear los cantos rodados o la porquería del lecho, sino más bien por la "porquería" que pudiera contener el agua... estuvimos hablando que quizás el color de los pies nos estaba cambiando a causa del polonio o quizás sería el estroncio o el plutonio de esas aguas.


Después de cruzar tuvimos que asearnos la suela de barro que se nos formó en la planta de los pies, y donde mejor que en el río.Enrique ya sufría por sus pies radioactivos,jajaja!!!!
Después de la anécdota "atómica" seguimos por la autopista de tierra que han hecho en la base de las obras,más que nada porque no había otra opción (bueno sí, volver sobre nuestros pasos y volver a cruzar el río :-)) hasta que encontramos un paso para los camiones de las obras y, finalmente, sí que pudimos cruzar al otro lado.

En Montcada giramos y emprendimos el camino de vuelta; esta vez no deshicimos el camino sino que seguimos por el lado derecho dirección Granollers, pasamos por delante del circuito de motocross y antes de llegar a Montornés encontramos un puente construido por dos vigas transversales, con lo que tienes espacio para ti y tu bicicleta.

Ahora ya estábamos de nuevo en el lateral del Besòs, en Granollers Enrique pinchó, pero no fue a más salvo pq gastamos 3 bombonas de aire comprimido y teníamos una gasolinera cerca. Magda nos rescató en Canovelles y nos fuimos rapidos a casa a celebrar que Fernando es un año más viejo.
Total: 49,88km
Felicidades Enrique!!!!

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