Llevo una semana básicamente con entrenamiento cardiovascular, pero algo es algo. Y como no hemos podido participar en los próximos retos o los han anulado, el nivel de entrenos no es tan estricto, así que tampoco tengo muchas anécdotas que contar. Así que contaré el "triplete" de ayer.
Ayer tocaba spinning y sesión de musculación, pero como tenía pensado ir a entrenar también por la noche me salté la musculación para estar más fresco después. En resumidas cuentas, spinning al mediodía con Kátia y por la noche doblete de spinning con Cabe y Josep; sumadas todas las sesiones del día sale un triplete, ¿verdad?
La sesión con Kátia fue muy bien, ayer ya no fue la sesión "suave" que pareció ser el lunes, tuve la sensación de trabajar más aunque lo único malo somos nosotros, somos un grupo de sosos que no se inmutan por nada. Por la noche Cabe se lució con un sesión de potencia y algunas canciones muy buenas, para finalizar el triplete con el espectáculo de luz y sonido de Josep, que se despedía (con la salvedad de esta mañana) hasta la próxima temporada.
Lo que no me ha pasado en 14 años practicando spinning, haciendo masters, sesiones dobles diarias,... me pasó ayer: En la última clase, con Josep, mi cuerpo había desprendido tanto líquido que empezó a calar por la suela y la cala de la zapatilla con lo que dejé dos marcas paralelas de líquido negro, que eran consecuencia del sudor que salía desprendido desde la suela de la zapatilla e impulsaba hacia atrás. La verdad un espectáculo poco agradable, lo más parecido que se me ocurre es la mancha que deja el aceite cuando se sale del motor del coche.
(c) Kátia
Después subí a ver a los espartanos, antes que empezaran su entreno me enseñaron algún ejercicio muy divertido (debo reconocer que todas esas espartanadas me encantan) y hasta aquí puedo leer.
En la sesión de spinning de esta mañana he notado el triplete en mis piernas, pero ésa es otra historia...
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