Hemos tenido un fin de semana para no volverlo a repetir. A priori parecía que iba a ser muy relajante, porque iba a disponer de los 2 días libres, algo que hacía tiempo que no ocurría (ya no recuerdo cuando fue el último) pero ha sido de todo menos relajante. Nuestra intención de tener listo todo lo que tiene que ver con la futura bienvenida ha hecho que nos hayamos pegado una buena paliza: El sábado 8 horas, incluyendo entre medio opípara comida familiar, y 17 horas el domingo. Ayer acabamos un poco más tarde de la 1 de la noche, así que ya te puedes imaginar la cara de alegría que teníamos esta mañana....
Aunque lo bueno ha llegado al mediodía. Me he aficionado a practicar Body Combat, así que entre patadas, saltos, ganchos, mantener la guardia, movimientos de ginga y demás nos ha pasado una horita muy rápida y con una sensación muy placentera al finalizar la clase (Ay, benditas endorfinas!!!)
Hoy será que necesitaba que me dieran caña, porque me ha parecido una sesión bastante suave y he seguido haciendo series de dominadas, pectorales y tríceps. Lo ideal hubiera sido spinning, body combat y algún ejercicio de entrenamiento funcional, pero no puedo disponer de más tiempo. (Aunque un día de esta semana "caerá" un día así :-))
Lo positivo es que vamos sumando...
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