Yo a la mía le voy a poner nombre. Se admiten sugerencias.
El sábado fue un día muy lluvioso en Barcelona y coincidió en que era el día que debía recoger la bici del mecánico; cogí el bicing para desplazarme hasta Tomás Domingo e igual que me pasó la anterior ocasión, accioné el freno delantero antes de llegar a la estación del bicing, lo que desembocó en un bloqueo de la rueda delantera, su consecuente giro y mi posterior caída al suelo mojado. Ya que la calzada suele estar muy sucia aproveché para desplazarme por el suelo y limpiar unos 3 metros delante de la estación.
Así los vehículos que pasen por ahí notarán que el asfalto está más limpio de lo habitual. Ha sido un placer, la próxima ocasión mi piedra y yo intentaremos dejar más limpia la calzada, aunque lamento que el sábado fuera en tejanos y no en un traje.
El sábado fue un día muy lluvioso en Barcelona y coincidió en que era el día que debía recoger la bici del mecánico; cogí el bicing para desplazarme hasta Tomás Domingo e igual que me pasó la anterior ocasión, accioné el freno delantero antes de llegar a la estación del bicing, lo que desembocó en un bloqueo de la rueda delantera, su consecuente giro y mi posterior caída al suelo mojado. Ya que la calzada suele estar muy sucia aproveché para desplazarme por el suelo y limpiar unos 3 metros delante de la estación.
Así los vehículos que pasen por ahí notarán que el asfalto está más limpio de lo habitual. Ha sido un placer, la próxima ocasión mi piedra y yo intentaremos dejar más limpia la calzada, aunque lamento que el sábado fuera en tejanos y no en un traje.
Por la tarde Raquel, Pedro y Ruth celebraban sus aniversarios en casa de los badaloninos, pero por motivos de fuerza laboral tuve que ausentarme. A eso de las 19h recibí una llamada de Magda para persuadirme a que fuera, ni que fueran unos minutos. No me lo pensé ni dos segundos, era la excusa perfecta para dejar a Álex y Pablo descansando de mis palizas y coger la bici y estrenar la cadena, piñones y cubiertas nuevas (entre otras cosas). La lluvia que estuve presente todo el día no hizo amedrentar mis deseos, todo lo contrario, era el escenario perfecto para salir en bici una solitaria noche de marzo.
Antes de llegar al Fórum dejó de lloviznar, mejor, que llueva o no llueva, pero que el tiempo deje de hacer el tonto. Y lo dicho, dejó de lloviznar para empezar a caer una lluvia torrencial que iba en consonancia con las olas que rompían por el litoral. Todo el paseo marítimo para mí solito y nadie a quien esquivar en las sucesivas poblaciones :)
Finalmente, llegué a la fiesta antes de que los peques y sus familias empezaran el retorno a casa y, claro está, aproveché la confianza de Pedro y Ruth para presentarme en su casa con una apariencia que no era ni limpia ni elegante, supongo que ya te lo puedes imaginar
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