Mal, mal, mal. Llevaba 2 días sin entrenar, o lo que significa lo mismo, he tenido 2 días intensos de trabajo. A ello le añadimos que hoy había una master de spinning en el gym, que por motivos laborales no he podido hacer y justo antes de poner el pie en la puerta del gimnasio he tenido que atender otros asuntos que reclamaban mi atención in extremis. Así que cuando finalmente he podido entrar no estaba ni motivado, ni de buen humor. En lugar de poder entrenar dos horas, una y gracias; y porque he dicho basta al trabajo (un "basta" relativo, porque prescindiendo de las dos horas hipotéticas hoy me espera un jornada de 14h)
Lluis debe estar actuando a traición sin actualizar su ipod, así que ignoro cuantos km puede haber hecho esta semana; Jordi se lo debe estar tomando con calma, preparando la habitación y enseres de su futuro bebé y yo tengo varios (muchos) asuntos pendientes, pero lo que sé seguro es que no me gusta correr.
Y a correr me he puesto, que no me fío de Lluís, objetivo 9,65km, los mismos km que debería haber hecho entre jueves y viernes. Durante todo el entreno he tenido malas sensaciones, en varias ocasiones he bajado el ritmo para pasear y beber agua y en el km 7 he notado por encima del gemelo derecho un tirón o algo parecido que no me ha hecho nada de gracia. Como voy con el menisco izquierdo vendado en previsión de que no vaya a más y me encanta correr he decidido poner fin a la carrera; luego he seguido con ejercicios que Sergi me enseñó de bíceps, tríceps, pectorales y deltoides y a la ducha.
Mañana será otro día, un gran día para trabajar... y que esté nublado. Lo lamento por los mortales :-P
No hay comentarios:
Publicar un comentario