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miércoles, 21 de abril de 2010

SANT JORDI 2010

Aprovechando la diada de Sant Jordi, día internacional del libro, te recomiendo un libro muy interesante: LOS GRUPOS SANGUÍNEOS Y LA ALIMENTACIÓN, de Peter J. D'Adamo. Ya lleva unas cuantas (muchas) ediciones, pero forma parte de aquella clase de libros que periódicamente deberíamos estar consultando.


D'Adamo nos explica cómo y cuando han surgido los cuatro tipos de sangre, y porqué algunos alimentos nos sientan bien y otros no, en función de nuestro tipo de sangre. Éstas son algunas de las características de cada un de los grupos sanguíneos:

TIPO 0
Enérgico, optimista y sobresaliente. Las personas de sangre tipo O son las que mejor se adaptan a una dieta paleolítica, cazadora-recolectora. Cuando se encuentran en equilibrio, son capaces de tremendas ráfagas de energía. Físicamente, el tipo de sangre O debe concentrarse en optimizar su equilibrio hormonal y mantener su peso bajo control.

El tipo O fue el primer tipo sanguíneo sobre la faz de la tierra, su prototipo ancestral fue de astucia, y depredador agresivo. Aspectos de estas caracteristicas permanecen vigentes hasta la fecha, en toda sociedad. Liderazgo, extrovertido, energía y enfoque son de sus mejores rasgos. Puede ser poderoso y productivo, sin embargo, al estar estresado, su respuesta puede llegar a ser una de enojo, hiperactividad, e impulsividad. Cuando su 'cableado' experimenta un corto circuito, como resultado de una pobre alimentación, falta de ejercicio, comportamiento malsano, o niveles de estrés elevados, suelen ser mas vulnerables a efectos metabólicos negativos, incluyendo resistencia insulinica, deficiente actividad tiroidea, y aumento de peso. Al adaptar un estilo de vida acorde a su fortaleza, puede cosechar los frutos de su legado ancestral, su herencia genética le ofrece la oportunidad de ser fuerte, esbelto, productivo, longevo y optimista.

TIPO A
Intenso con inquietud intelectual. Las personas de sangre tipo A se adaptan mejor a una dieta basada en vegetales. Cuando se encuentran en equilibrio, son capaces de intensas ráfagas de creatividad y de expresión personal. Físicamente, el tipo de sangre A se debe concentrar en mantener sus sistemas tanto cardiovascular como inmunológico, saludables.

El tipo A surgió al pasar de la etapa cazador/recolector a una de crecimiento y construcción. Apareció dicha sangre en Asia y el Medio Oriente entre 25000 y 15000 AC, en respuesta a nuevas condiciones ambientales. El factor clave en la evolución del tipo A puede ser trazado por la lucha de sobre vivencia durante la etapa de escasez, habiéndose extinguido grandes hordas ganaderas del África. Los humanos fueron abriendo camino fuera de sus hogares ancestrales hacia Europa y Asia. El cultivo de granos y ganado fue cambiando las cosas. Por vez primera la gente podía prescindir del estilo de vida del cazador/ recolector y establecer comunidades estables. Con el tiempo las adaptaciones que produjeron la sangre tipo A estaban basadas en la necesidad utilizar plenamente nutrientes de fuentes de carbohidratos. Estas adaptaciones biológicas se pueden observar aún hoy en la estructura digestiva del tipo A: bajos niveles de ácido clorhídrico estomacal y altos niveles de enzima intestinal compuesta por disacáridos, permiten una digestión eficiente de los carbohidratos. Estos factores aunados con niveles bajos de fosfatasa alcalina intestinal hacen difícil el digerir y metabolizar proteína y grasa animal.


TIPO B
Vibrante y adaptable. Las personas de sangre tipo B disfrutan de las bondades de ser "modelo antiguo', en cuestión de genética. El tipo de sangre B tienen el gran don de hacer uso de su 'conexión mente-cuerpo'. El talón de Aquiles de la sangre tipo B es sin duda su sistema inmunológico-idiosincratico y tendencia a un sistema nervioso débil.

Los Bs cargan el potencial genético para gran maleabilidad y habilidad para gozar en condiciones cambiantes. A diferencia de O y A quienes se encuentran en lados opuestos de cada espectro, los B son fluidos no estancados con la habilidad de moverse en ambas direcciones a lo largo del continium. Es fácil ver como esta flexibilidad sirvió a los intereses de los primeros Bs que necesitaban balancear las fuerzas gemelas del reino animal y vegetal. Al mismo tiempo puede ser un enorme reto, balancear dos polos y suelen ser altamente sensibles a los efectos de perder el equilibrio y el balance tanto inmunologico, psíquico y físico. Los retos principales que pueden ponerse en el camino de óptima salud incluyen una tendencia de producir niveles altos de cortisol en situaciones de estrés, sensibilidad hacia las lectinas especificas de su fisiología en los alimentos, que resultan en inflamación y mayor riesgo en desarrollar el síndrome X, susceptibilidad sensible a virus de lento crecimiento como los de MS, CFS, lupus, y vulnerabilidad a enfermedad auto inmune.
Un tipo B siguiendo los lineamientos y estando saludable tiene menos factores de riesgo en adquirir cualquier enfermedad y suelen ser físicamente mas fuertes y mentalmente más equilibrados que cualquiera de los otros tipos sanguíneos, tienen una capacidad mayor de adaptación a las alturas y curiosamente tienden a ser estadísticamente los más altos (Como siempre, yo me salgo de las estadísticas :-))
 
TIPO AB
Compasivo, empático y extravagante. Las personas de sangre tipo AB se adaptan mejor a una dieta mixta de tipo omnívora. Físicamente, el tipo de sangre AB debe concentrarse en optimizar la salud de su sistema inmunológico y aparato digestivo.
 
El tipo AB posee una cualidad tipo camaleón, dependiendo de la circunstancia suele apropiarse de las características de cada uno de los dos tipos sanguíneos que lo componen. Al encontrarnos con esta revolucionaria evolución nos damos cuenta de que el tipo de sangre AB equivale al símbolo de modernidad. Esta sangre es rara, encontrada en un 5 % de la población mundial. Es la sangre mas nueva de apenas 10 o 12 siglos, surgida de la mezcla de A y B. Es sin duda la única sangre que fue resultado de la fusión mas no del medio ambiente. Compartiendo tanto los beneficios como los retos de ambas sangres, esta única cualidad tipo camaleón, dependiendo de las circunstancias, puede adaptarse a las características propias de cada uno de los dos tipos. En ocasiones tipo A, en otras tipo B, o bien una fusión de los dos. Observando esta notoria evolución nos queda claro que las características genéticas de nuestros antepasados radican hasta la fecha en nuestra sangre. Reflejan la herencia mixta de las sangres tanto de tipo A como de tipo B. Cuentan con la baja acidez estomacal del A, pero al mismo tiempo poseen cierta adaptación del tipo B a la carne, mas carecen de la acidez estomacal necesaria para metabolizar dicha carne de forma eficaz, y esto hace que se les deposite en grasa



También puedes consultar en este enlace http://www.northamericanpharmacal.com/hispanica/ información complementaria a sus libros.

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