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martes, 6 de marzo de 2012

EN BUSCA DE LA MOTIVACIÓN PERDIDA

Las últimas tres pruebas que debía realizar se han quedado en el cajón: Ni Copa Nadal, ni Duatló de Granollers, ni 1/2 Marató de Barcelona. La del domingo 26 de febrero fue la culminación de un periodo de excesivo trabajo en el que he desatendido totalmente otras prioridades. Como bien decía Lluis, si no había ido a competir eran excusas.
Realmente te paras a pensar y, efectivamente, eran excusas. Para ir al Duatló de Granollers lo tenía difícil: Nos acostamos a las tres de la madrugada, después de celebrar el cuadragésimo aniversario de Fernando, aunque no fue impedimento para levantarme a las cinco para desayunar; a partir de ahí vinieron las excusas, me había dejado el equipo en el trabajo y una cuestión más importante: Mi apreciada bici "dormía" en la misma habitación que mi estimada suegra. Si hubiera tenido la determinación de participar, habría entrado como un rayo en la habitación de mi madre política, a las cinco de la mañana de un domingo cualquiera, y luego habría pasado por el trabajo a recoger el resto del equipo. Pero finalmente, opté por volver a la cama.
En cambio, este domingo pasado todo eran facilidades. Había descansado como hacía mucho tiempo, tras prácticamente ocho horas de sueño, a las seis se me despegaron las sábanas; la noche anterior ya lo había preparado todo, hacía un tiempo más que primaveral, much@s de mis amig@s también participaban, la carrera pasaba muy cerca de casa.... y después de desayunar me fui a trabajar. Cuando los primeros rayos de sol empezaban a bañar la ciudad condal y muchos de los atletas ni siquiera habían empezado a calentar, yo ya estaba en mi mesa atendiendo varios asuntos pendientes.
No podía ser, así no. Así que me propuse que aquel iba a ser el punto de inflexión de una racha desequilibrada de mucho trabajo y nada del resto. El lunes siguiente empecé a equilibrar las cosas y conseguí entrenar una hora diaria (mejor que nada) de cinco días de la semana. Hoy he seguido la rutina y al mismo tiempo me he dado un premio: He cambiado la sesión de gimnasio por una salida en bici. Sólo quería rodar, rodar y rodar y evitar tener que lidiar con el tráfico y los semáforos. Al mediodía mi morena-pelirroja y yo hemos ido hacia el Besòs y hemos hecho una tirada corta de idas y vueltas.


El poco tiempo del que disponía me ha dado para rodar durante 1h 23' con un total de 35,2km (vel. media 24,6km/h y vel. máx. 42,9km/h). No es ninguna maravilla, pero es un buen inicio para haber estado tanto tiempo inactivo.
Próximamente más.


Y no olviden vitaminarse y supermineralizarse!!!

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