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miércoles, 30 de noviembre de 2011

CHALLENGE BARCELONA-MARESME 2011. REFLEXIONES

Prácticamente han pasado 2 meses y, salvo alguna bendita excepción, apenas he entrenado desde el Challenge Barcelona-Maresme. Desde luego echo en falta el entreno diario, esta obligada "desintoxicación" es muy dura, lo que provoca, entre otras cosas, que me cueste conciliar el sueño o no tenga tan buen humor como de costumbre. Y, pese a que corren unos tiempos financieramente tormentosos, siempre procuro tener una sonrisa para todo el mundo.

Pero vayamos al asunto. Algo que me sorprendió mucho, muchísimo y seguramente también a muchos de los ironmanes que disputaban la prueba fue en el tramo de ciclismo: En un determinado momento vi como una de las triatletas se paró en el arcén, acto seguido se acercó su marido con un bebé de unos 5-6 meses colgado de un arnés, con la espalda tocando el pecho de su padre; la chica se bajó el maillot para dejar un pecho al descubierto y empezó a amamantar al pequeño. En aquel momento me hice una historia de aquella auténtica ironwoman, pues a los pocos meses de dar a luz estaba disputando una dura prueba de resistencia y, seguramente, durante el embarazo también habría estado siguiendo alguna pauta de entrenamiento...
Después de presenciar aquella escena, cualquier sacrificio que hubiera hecho por mi parte quedaba totalmente minimizado por el esfuerzo y la entrega de aquella gran mujer. Os aseguro que es una escena que siempre recordaré.


A los pocos días y con la mente más serena, fui más consciente de la consecución de mi objetivo. Determinación, entrega, sacrificio, rigor, disciplina,... son algunos conceptos que seguramente son la base para cualquier deportista, y que en mi caso he ido asimilando en esta breve aventura. De hecho, hace 14 meses pensaba que nunca podría hacer un maratón y, por defecto, mucho menos un ironman. La noche de un domingo cualquiera Sergi y un servidor nos inscribimos al mismo tiempo en el Challenge, era algo de lo que habíamos hablado en algunas ocasiones pero por diferentes motivos, nunca acabábamos de materializar. En aquel momento cada uno disponía de una bicicleta de montaña y la experiencia de la Titan Desert. Y también, a partir de aquel momento, algo imposible pasó a ser difícil, pero no imposible. Poco a poco, con el entreno y el paso de los meses mi mente fue abriéndose hasta verme capaz de acabar el ironman. De hecho, debo confirmar aquella teoría que dice que esta prueba se rige porque un 80% es mental y el 20% restante es físico (Cuánto hemos aprendido del Principio de Pareto) Como recordarás por posts anteriores al ironman, yo mismo confirmaba que me quedaba mucho entreno, pero me veía capaz de acabar el ironman. Y, precisamente, dos meses después de inscribirnos le comentaba a Jimena y Xavi que si debía elegir entre entrenador personal, nutricionista o psicólogo deportivo me quedaba con éste último porque sabía lo dura que era la prueba y cómo cualquier mínimo contrapunto puede hacer que abandones.
Con esto último enlazo al apartado de agradecimientos.
Éste ha sido un éxito personal y también colectivo, porque sin la ayuda de muchas personas cercanas no habría sido posible. Y ya que hablaba de nutricionista, Dörte Froreich me ha enseñado en las últimas visitas mensuales cómo comer bien, en ser consciente de que soy lo que como, que la comida es la fuente de mi energía y que la comida también es el mejor medicamento para la enfermedad; seguir una pauta lógica y equilibrada es sinónimo de bienestar.

David Martínez es un auténtico crack, si tu cuerpo hace crack él te lo arregla; he pasado meses y meses sufriendo dolores y malestar en la rodilla sin caer en la cuenta que tenía una gran amigo y colega que siempre da buen rollo, energía positiva y, para colmo, un gran conocedor del cuerpo humano. Lleva el ritmo en la sangre y la palabra amor se personifica en su persona.

Manel Mazaira es otro responsable que tiene parte de culpa. Si años atrás no me hubiera aficionado al spinning por su culpa, es probable que ahora mismo no te estuviera dando la lata con tanto agradecimiento. He visto pocos profesionales como él entrenar duro y mantener siempre la motivación de la gente.

Si tuviera que nombrar a mi mentor ése es Eloi Ansón, durante casi dos años fue mi entrenador personal y es un auténtico maestro. Ama el deporte, disfruta entrenando y sabe transmitir todos los beneficios y valores que implican practicar una disciplina deportiva.

Maria Arenillas, una espartana dura y comprometida, si crees que has llegado a lo más alto del listón, ella te lo sube. Las pocas veces que he podido entrenar con ella he acabado cansado pero muy satisfecho. Ha sido de las pocas personas que siempre me han dado mensajes positivos y ánimos. Gran amiga y compañera de entreno donde sea y bajo cualquier condición climatológica.

Sergi Hernández, el segundo espartano en discordia, hace poco se nos mudó de "casa" y hace tiempo que no coincidimos en los entrenos. Él es un auténtico ironman, muy buen amigo, sufridor nato (no entiendo como no es del Espanyol), intuitivo, inteligente, fiel e imparable. Es la pieza fundamental en cualquier equipo humano.

Marc Casanovas y toda la familia de Corriol (Roger, Oriol, Juan, Anna, Marc,...) al instante me abrieron la puerta de su casa y me hicieron sentir como uno más de la familia. Este verano he disfrutado mucho compartiendo salidas por el Maresme. Por cierto, las palabras de ánimo de Oriol cuando nos vimos en el último tramo de ciclismo me pusieron "la gallina de piel".

Alberto y Juana, me han sabido indicar cuál es la mejor suplementación. Siempre atentos y cariñosos.

Aunque no lo parezca Kàtia Teixeira me ha motivado con nuestros "piques" en facebook y se preocupó por saber si mantenía una adecuada nutrición. Es más, es la responsable de que me "estrenara" en una clase de spinning. Si puedo elegir una palabra para definirla: Incombustible.

Josep Colomina, siempre con un paso por delante, se ha preocupado porque no nos faltara de nada, es un gran comunicador y entrenador. Su escuela Onetoone va a dar mucho que hablar. Qué vitalidad de tío!

La familia López Pérez me dio todo su cariño y motivación en cuanto supieron a lo que me enfrentaba.
Aún tengo pendiente entrenar con Marc, quien, sin apenas conocernos, se portó como un buen amigo.

Albert Michavila, fundador y esencia de Penyazo, sólo él y las tres Magdas vinieron a dar ánimos. Me lo encontré en el tramo de maratón y su presencia y ánimos fueron vitales para que pudiera finalizar los últimos kilómetros que me quedaban. Hay que tener moral para ir desde Barcelona a Calella un domingo por la tarde-noche para ver a un amigo y sus restos llegar a meta. "Amigo de sus amigos", está claro. Si necesitas confiar en alguien hazlo en otra persona, que ya lo tenemos ocupado. Seguro que habrás participado en alguna prueba deportiva y conocerás la fuerza de los que animan, esa fuerza es la que hace que lo acabes de dar todo; en Albert se concentró toda la fuerza de tod@s l@s que estoy hablando.

Magda sr., Magda y Magda jr., creo que es más duro estar pendiente y alrededor de una persona durante 14 horas, que una sola centrándose en lo suyo durante ese tiempo. Sé que Magda no comparte mis objetivos, así que tengo que agradecer su "neutralidad"y apoyo durante los últimos días.

También debo agradecer a tod@s aquell@s que me han obsequiado con mensajes negativos y derrotistas, pues me han servido para ignorarlos y, si cabe, para demostrar cuán equivocad@s estaban. La ilusión y la confianza son armas difíciles de superar.
No quiero evitar nombrar a aquell@s que me han apoyado y motivado en este reto y que en estos momentos no he plasmado en negro sobre blanco, mis anticipadas disculpas.
Por último, debo mencionar unas palabras del Maestro Yoda que he tenido en mente en los meses previos al Challenge:

"HÁZLO O NO LO HAGAS, PERO NO LO INTENTES"

1 comentario:

Magda dijo...

Creo que yo también tengo "mono" porque mirad qué hora es y no puedo dormir...ejem...será porque hace 2 años y tres meses que no practico deporte? Pero no es porque sea perezosa, queridos, es porque hace un año y tres meses que fui mamá y eso requiere la mayor entrega de la vida y el más duro de los entrenamientos. La escasa hora y media al día que me queda libre para ver a mi pequeña está muy bien gestionada...y es que una mujer que trabaja más de ocho horas al día, no descuida ni su casa ni a su familia...esa sí que es una verdadera Ironwoman (y me lo digo yo solita :-)). Tengo que reconocer que es muy triste leer estas "reflexiones" de Gabriel, después de lo que para mi ha supuesto esta competición y tampoco se me olvidarán a mi las laaaargas horas que me pasé de pie con mi hija de 10 kg colgada en mi pecho esperando ver a su padre para darle ánimos, eso sí, de forma "neutral", para que no se molestaran el resto de los participantes!. No pretendo hacer un blog personal dentro de otro blog, así que me despido con un fuerte y sonoro beso.